Corea y Vietnam no entraban dentro de los criterios que se proyectaban en el Pentágono sobre el uso en grandes masas acorazadas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha tomado parte en diversos conflictos, en los que ha acabado siendo el principal protagonista. Durante todo el tiempo transcurrido desde mayo de 1945 hasta casi la actualidad la doctrina de empleo de la fuerza por parte del US Army se ha focalizado en como emplear mejor la fuerza terrestre en un conflicto de alta movilidad, con medios mecanizados, contra las fuerzas soviéticas o de estilo soviético, en un teatro de operaciones en Europa. No ha habido tales conflictos en Europa, y las guerras en las que Estados Unidos ha intervenido no han respondido a ese criterio.

Las condiciones naturales y geográficas del sudeste asiático -esencialmente el terreno-, no permitieron el empleo de los medios acorazados en la forma para la que habían sido concebidos. El modo en que el personal que los manejaba había sido instruido supuso, de alguna manera, invalidar lo que había venido siendo hasta ese momento su doctrina tradicional de empleo.